PASO
8: ENTRENAMIENTO EN SOLUCIÓN DE PROBLEMAS
Convertirse
en tortuga inhibe las respuestas impulsivas y agresivas, pero no
ayuda a solucionar el problema con el que se encontró el niño. Por
eso, al mismo tiempo que se hacen los pasos 4, 5, 6, y 7, se tiene
que enseñar un sistema de solución de problemas en el que el
problema se define, se buscan alternativas para resolverlo, se
evalúan sus consecuencias, se elige la mejor, se pone en marcha, y
se comprueba su utilidad.
La
forma de hacer esto es presentando historias en las que aparezca un
dilema que los alumnos puedan captar con facilidad.
Al
principio el profesor hace, en voz alta, todos los pasos del proceso
de solución. Después se hacen juegos de rol, se debaten las
soluciones en la clase, o un alumno realiza el procedimiento y la
clase analiza la solución que ha propuesto. Cuando todo esto
comienza a practicarse en situaciones reales, el profesor puede
evaluar con los alumnos implicados si las soluciones que se han
encontrado han sido adecuadas.
Con
los niños pequeños es importante hacer mucho énfasis en el
concepto de “opción”. Cuando el profesor se encuentra a un niño
haciendo la tortuga, o ante un problema, le puede preguntar qué
opciones tiene y ayudarle a buscarlas.
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