La
técnica de la tortuga es una herramienta de modificación de
conducta basada en el autocontrol. Se desarrolló en el colegio Point
of Woods, una escuela-laboratorio para niños con problemas de
comportamiento.
Se
dirige a niños que carecen de la habilidad para gestionar el
fracaso, a los que la frustración les produce rabietas, que pegan a
otros, les insultan, les fastidian, y sufren innecesariamente por su
falta de habilidad para controlar sus impulsos
La
técnica está pensada para niños de Educación Infantil y del
primer ciclo de Primaria, aunque puede adaptarse a niños mayores
sustituyendo la imagen de la tortuga por algo menos infantil como
“tiempo muerto” o simplemente “stop”.
Consiste
en establecer una analogía con la tortuga. Cuando ésta se siente en
peligro se refugia en su concha. Así se enseña al niño a
esconderse dentro de un caparazón imaginario cuando se siente
amenazado por emociones incontrolables o por sucesos que le llevan a
arremeter contra todo de forma impulsiva.
La
conducta de refugio debe ser la respuesta a la palabra “tortuga”
y se hace pegando cabeza y brazos al cuerpo. Si está sentado en
clase puede esconder la cabeza debajo de la mesa y recoger los
brazos.
Una
vez que el niño ha aprendido eso, se le enseña a relajarse mientras
está haciendo la tortuga, ya que la relajación es incompatible con
los comportamientos agresivos o disruptivos.
Por
último, se le enseñan técnicas de resolución de problemas para
buscar alternativas para responder a la situación que le ha llevado
a hacer la tortuga.
Comentarios
Publicar un comentario