La
resiliencia es la actitud que surge cuando dejamos de lamentarnos por
el sufrimiento y seguimos nuestro rumbo a pesar de las dificultades.
En lugar de abonarse a la queja, se empeña en construir un futuro a
su medida.
Lo
que caracteriza al individuo resiliente es su afán de progresar y
luchar por sus objetivos en un entorno hostil.
una
actitud resiliente solo aporta beneficios.
¿Cómo
desarrollar una mente resiliente?
He
aquí unas claves:
1)
Revisa tus discursos internos negativos, que no son más que excusas
que te paralizan: no habrá cambio si no participas activamente en tu
propia vida.
2)
Mira la vida a través de los ojos de los demás: las personas
resilientes tienen relaciones satisfactorias con su entorno
3)
Comunica eficazmente: cuanto mejor verbalicemos nuestros
sentimientos, pensamientos y creencias, mayor resiliencia
desarrollaremos.
4)Acéptate
a ti mismo y a los demás: esto permitirá crear expectativas
realistas acerca de nosotros mismos y los que nos rodean. Si sabemos
cuales son nuestros valores, las cosas que realmente nos importan,
sabremos cuales son nuestras fortalezas, y también nuestras
vulnerabilidades. Ellas juntas han de mantenernos en equilibrio, y
permitirnos vivir una vida honesta y enriquecedora.
5)
Cultiva un círculo de amistades, de personas que te resultan
interesantes, inspiradoras. Piensa a tu vez cómo puedes tú ayudar a
personas que se acercan a ti.
6)
Aprende a manejar los errores y sólo preguntaté: ¿Qué puedo hacer
la próxima vez para no volver a equivocarme y no fallar?
7)
No olvides manejar tus éxitos. Ellos te ayudarán a identificar tus
áreas fuertes, sobre las que te tienes que construir.
8)
Continúa desarrollando tu auto-disciplina y tu auto-control.
Recuerda que con esfuerzo y paciencia, las soluciones posibles se
transforman en soluciones probables.
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