Principio 1: No te empeñes en luchas de poder, en enfrentamientos de los que es probable que nadie salga victorioso.
Principio 2: Di cosas agradables a tus hijos de vez en cuando, sobre todo si no se lo esperan.
Principio 3: Es importante ser raro. Acepta ser raro. No dejes que los hijos piensen que son más raros que sus padres.
Principio 4: No hagas cosas por tus hijos que ellos sean capaces de hacer por sí mismos.
Principio 5: Hay que tener una autoestima alta. Si los padres no la tienen, sus hijos tampoco.
Principio 6: Aprende a pedir disculpas cuando no cumplas tus propias cotas de exigencia al tratar a tus hijos.
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