SITUACIONES QUE SE OCULTAN TRAS EL FRACASO ESCOLAR


1. EL NIÑO QUE NO SE CONCENTRA.

El niño que se distrae, que no se concentra, y que, además, es movido, es el caso más frecuente de fracaso escolar. El trastorno que da lugar a este problema es el trastorno por déficit de atención con (o sin)  hiperactividad .

2. EL NIÑO QUE NO TIENE MOTIVACIONES

¿Cuántas veces hemos oído decir que un niño no está motivado para estudiar? 
O que no quiere estudiar...
o que no le gusta estudiar... 
o que podría hacer más si quisiera, si pusiera de su parte...

Pero no es un problema de voluntad, ni resolverlo está en manos del niño. Si el niño pudiera, haría más. Si no lo hace es porque no puede. Si está desmotivado es a causa de algo. Los niños no nacen desmotivados ni motivados. El hecho de que se motiven o no depende de las enseñanzas que les inculquemos.
¿Y qué es la motivación? Pues simplemente es aquéllo que nos impulsa a hacer cosas. Las personas hacemos las cosas para las que nos sentimos motivados. Incluso cosas muy desagradables, que se hacen "a la fuerza", se hacen por algún motivo (evitar un castigo, por ejemplo). Lo ideal sería que las personas, en general, pudiéramos hacer únicamente aquéllas cosas para las que tenemos un motivo agradable: obtener un beneficio, sentirnos realizados, conseguir elogios o afecto, etcétera... Pero hay cosas que se hacen "por fuerza", y hacer esas cosas no nos causa demasiadas satisfacciones. Es mucho mejor (y mucho más eficaz) conseguir que las personas hagan las cosas por sus valores positivos, antes que "a la fuerza", para evitar males mayores. No hay otra solución que el trabajo individual más enfocado a proporcionarles una motivación y una actitud positiva ante el trabajo, que a ampliar sus conocimientos, al menos en una primera fase.

¿Cómo conseguir esta motivación? Es algo fácil cuando se trabaja con los niños desde el principio, pero es más elaborado cuando se trata de "rehacer" las motivaciones de un niño o niña ya mayorcitos, y que no están acostumbrados a recoger ninguna satisfacción por su trabajo.

3. TRASTORNOS ESPECIFICOS DE APRENDIZAJE

El aprendizaje de la lectura es el proceso escolar más trascendente en el ciclo inicial, que cubre los dos últimos cursos preescolares, junto a 1º y 2º de primaria. Durante muchos años el diagnóstico de "dislexia" ha sido uno de los más frecuentes en niños con trastornos de aprendizaje. Más adelante, tal aprendizaje se seguirá con la escritura y con los procesos de cálculo.

4. EL NIÑO DEPRIMIDO

En general, en cualquier cambio a peor hay que pensar en una depresión. Por ejemplo: cuando un niño o niña que era pacífico se vuelve agresivo, o que era plácido y se vuelve angustiado, o que era bueno y se vuelve malo, o que era buen estudiante y se vuelve mal estudiante... 
En todos estos casos de cambios, que a veces se atribuyen a "la edad", o "al cambio", vale la pensar en la posibilidad de una depresión.

5. EL NIÑO QUE REPITE CURSO

Cuando el fantasma de la repetición asoma, todo el mundo se alarma. ¿Es adecuado repetir un curso? ¿En qué casos puede ser positivo y en qué casos no lo será? 
Para considerar la oportunidad de una repetición de curso deberíamos valorar: 
1. La finalidad de repetir un curso es conseguir, en el año de repetición, los objetivos propios del curso que se repite. En otras palabras, como que el niño no aprendió los contenidos básicos del curso (o de alguna asignatura), volveremos otro curso sobre ello, para ver si los alcanza.
Pero esto sólo tiene sentido si los fallos del niño afectan exclusivamente a contenidos del curso que va a repetir. Si por ejemplo hablamos de  un niño con dislexia y no se afronta este problema hasta 5º deprimaria de nada servirá repetir 5º . El fallo, viene desde 2º de EGB. En quinto no hay ninguna asignatura mediante la cual se aprenda a leer. Queremos decir con ello que lo pertinente es detectar los fallos concretos de cada niño, y resolverlos, sea en el curso que sea. Hay casos en los que, por desgracia, se habrá llegado tarde (el ejemplo expuesto es uno de ellos) y nada o casi nada va a arreglar el entuerto. Pero, como siempre, hay maneras de empeorar el problema: la repetición, sin mas, es una de ellas. 

2. Es pertinente repetir curso cuando un niño que hasta este curso había ido bien y este curso ha ido mal. La repetición servirá para poner a punto los contenidos de ese curso y nada más que de ese curso, pues los anteriores ya los tenía aprendidos. De todas formas, aparte de indicar la repetición, el niño debe ser examinado por especialistas en trastornos de aprendizaje.

3. En según que casos es mejor aconsejar la repetición en un colegio distinto del actual. Ello es obligado si detectamos errores pedagógicos en dicho centro. Pero también en el caso de niños o niñas que vayan a sentirse muy frustrados al no seguir el ritmo de sus compañeros.

4. Hay que ser cuidadosos al escoger un nuevo centro. No todos tienen capacidad para trabajar con niños que tienen alguna dificultad. Es mejor hablar claro desde el principio y exponer claramente las dificultades del niño. Es vital efectuar un estudio especializado del caso para conocer el estado real del niño, y de cuáles son las mejores medidas para el futuro.

6. DIFICULTADES PERCEPTIVAS PERIFERICAS.

Todos hemos oído hablar acerca de niños que no avanzaban en el colegio porque tenían problemas de vista. O de niños que, teniendo problemas de oído, estos no se diagnosticaron en el momento preciso.

Ante cualquier trastorno de aprendizaje es pertinente incluir un examen visual y auditivo entre las pruebas que se hacen. Muchos pediatras, en sus consultas, tienen los instrumentos necesarios para hacer un examen orientativo.

En las "revisiones médicas" que se efectúan masivamente en los colegios se pueden obtener también indicaciones orientativas. Ante la mínima duda es necesario el examen por el médico: oculista, o bien especialista en garganta, nariz y oídos. El examen de la agudeza visual, en niños, debe hacerse por el médico. Lo mismo cabe decir del examen auditivo. Asegúrese de que efectúan las pruebas especiales que deben aplicarse en niños, distintas de las que se aplican en adultos.

La corrección óptica (gafas) y la auditiva (aparatos, reeducación, etc.) deben también ser efectuados por profesionales de solvencia.

7. EL NIÑO INSEGURO

El ideal de educación infantil es  educar e instruir a los hijos para que sean autónomos, capaces de resolver por sí mismos los problemas buscando por sí mismos la ayuda si es necesaria. En suma, que se sientan seguros, felices, contentos de vivir, capaces de tomar decisiones y de asumir responsabilidades.
¿Cómo se logra esto? 
Asesorando al niño para que sepa cuáles son los objetivos que debe lograr, sin ejercer un autoritarismo humillante y, sobre todo, haciendo que no se sienta culpable y que aprenda a asumir los fracasos.

8. EL NIÑO MANIPULADOR

Una de las consultas más frecuentes de los padres se produce acerca del niño manipulador, que intenta salirse con la suya y que es capaz de montar rabietas, si conviene, para conseguir sus finalidades. Muchas veces la manipulación tiene la finalidad de evitar el esfuerzo que supone el trabajo escolar y, en este sentido, el trastorno funcional de la conducta es la dificultad concreta que creará problemas de rendimiento y, a la larga, fracaso.

9. EL NIÑO QUE NO LLEGA

Los niños con algún tipo de retraso mental no van a seguir un ritmo escolar normal. Si los niños tienen un nivel de inteligencia claramente inferior al normal es probable que se le detecte con facilidad. Pero en el caso de níveles límite, un poco por debajo del normal, la detección es más difícil. Las pruebas de inteligencia general y de habilidades intelectuales concretas son inevitables ante el examen de cualquier niño con dificultades escolares.

10. NIÑOS CON SIGNOS DEL ESPECTRO AUTISTA
Decimos lo mismo que en el retraso mental. Un niño con muchos síntomas del espectro autista llamará la atención y será explorado con prontitud. Pero en los casos leves, o en los subtipos más poco frecuentes, como el síndrome de Asperger, el diagnóstico puede ser tardío o pasar desapercibido. El espectro autista debe estar entre las prioridades del psiquiatra infantil al enfocar niños con trastornos de aprendizaje.

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