Jackie Stewart es un piloto de fórmula 1 que ha hecho un montón de cosas en la vida:
Ha sido tres veces campeón del mundo,
Ha batido el récord absoluto de victorias en el campeonato de Jim Clark, con 27,
Lo ha conservado muchos, pero muchos años,
Ha sido pionero en la seguridad en los circuitos,
Ha sido patrón de una escudería,
Y lo mejor, su habilidad para retirarse en el momento adecuado.
Sir John Young Stewart nació en 1939 en Escocia (Milton), y por sus hazañas al volante es conocido como el escocés volador. Jackie Stewart nació en la ciudad escocesa de Dumbarton el 11 de junio de 1939 en el seno de una familia que se dedicaba al mundo del motor, con lo que Stewart se sintió atraído a todo lo referente al automovilismo. Sus padres tenían una tienda en donde vendían automóviles Jaguar. De esta forma, Jackie aprendió desde muy pequeño en el garaje de la tienda. Además su hermano mayor, Jimmy, era piloto de carreras y era reconocido en los circuitos de la ciudad.
Jackie comenzó con los automóviles siguiendo la tradición familiar pero también a causa de que su dislexia le hacía ir muy mal en la escuela. De esta forma fue pasando su adolescencia en los talleres hasta que lo encontró Ken Tyrrell, quien descubrió en él a un superdotado del volante. Esto sucedía a principios de los años 60. Era el comienzo de una buena relación que acabaría con títulos mundiales de Fórmula 1.
Stewart comenzó con Tyrrel en F3 en 1964, y en 1965, ya que Tyrrel todavía no corría en F1, se unió a BRM junto con otro gran piloto, Graham Hill.
En su año de debut conquistó su primer punto en la primera carrera, Sudáfrica, y ganó la primera prueba antes de terminar la temporada, en Monza.
Pronto comenzó a preocuparse de la seguridad en los circuitos. Un accidente que sufrió en Spa-Francorchamps en 1966, en el que quedó atrapado en su BRM sin ser capaz de salir, corriendo peligro de morir abrasado por una chispa que prendiese el carburante que lo empapaba, dio salida a las nuevas medidas de seguridad que se hicieron estándar: el volante extraible y un interruptor general para cortar la electricidad.
Además, a partir de ahi se traía su propio médico para paliar la lentitud en el transporte, e incluso BRM comenzó a traer un camión hospital, del que se beneficiaban todos.
En 1968 ganó el Gran Premio de Alemania en Nürburgring bajo la lluvia: Ganó con una diferencia en torno a los cuatro minutos, algo inaudito hoy en día. El escocés dijo: "Nürburgring es aún más peligroso que Spa. Correr allí producía una enorme satisfacción, pero quien diga que le encantaba es un mentiroso o no iba lo bastante rápido".
A pesar del temor que profesaba por este trazado, ganó allí 3 veces, lo que demostraba que el respeto no estaba tan reñido con pisar a fondo...
De sus tres victorias allí, se puede destacar la de 1968, disputada bajo uno de los más tremendos aguaceros que se recuerdan en F1.
No tuvo piedad con sus rivales y sacó más de 4' al su perseguidor, Graham Hill.
De ese día Stewart recuerda:
"Nunca he pasado tanto miedo en un coche de carreras".
Se proclamó campeón posteriormente en 1969, 1971 y 1973.
La muerte de su compañero de equipo, François Cevert, en la práctica del Gran Premio de EEUU de 1973 adelantó la retirada ya anunciada en una carrera, quedándose a las puertas de celebrar su centésimo GP. Su última victoria había sido antes, en el Nürburgring. La 27, la récord.
A partir de ahi, Stewart fue el defensor a ultranza de las medidas de seguridad en los circuitos, como por ejemplo, poner guardarrailes a lo largo de todo el trazado.
Se encontró multitud de opositores, pero al final se salió con la suya y posiblemente muchos pilotos le deban la vida a este simpático, extraño y genial piloto escocés.
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