Son alemanes y se llaman Rammstein.
La canción es “Dalai Lama” (del Album “Raise Raise) y el poema de Goethe se llama “El rey de los Elfos”.
El poema nos presenta a un padre que cavalga con su hijo. El niño ve al Rey de los Elfos (Erlkönig) que se lo quiere llevar consigo a su reino. El pequeño busca refugio en su padre que al principio no da crédito a las imaginaciones infantiles, pero cuando los gritos del niño le indican que está sucediendo algo que n entiende espolea el caballo para regresar a casa, pero entonces el padre descubre que el niño ha muerto.
La canción renueva el tema del poema sustituyendo al caballo por un avión y reemplazando al Erlkönig por el que denomina “rey de todos los vientos”.
Al igual que en el poema, los viajeros son amenazados por un extraño espíritu que invita al niño a unirse con ellos y que sólo él puede oír. La versión de Rammstein se diferencia del poema original de Goethe en el destino del niño.
En el poema, los gritos del niño ya abducido alarman al padre que monta en caballo y, con el niño en sus brazos, se dirige a casa justo en el instante en el que detecta que su hijo ya está muerto.
La canción da un giro más macabro. El Rey de los vientos envía una tormenta que amenaza a todos los pasajeros y es el propio padre quien aterrorizado asfixia a su hijo al apretarlo demasiado fuerte y hace que si alma se reúna con los vientos que les acosan.
Aquí os dejo el poema (traducido) y un video subtitulado al castellano
El rey de los Elfos
Van cabalgando en altas horas
entre la lluvia y el misterio,
y como el niño está miedoso
lo arrima el padre contra el pecho.
-¿Qué tienes, hijo, que así tiemblas?
-Al rey de los silfos contemplo
con cetro real y manto undívago.
-Solo son nieblas por el cielo.
-Vente conmigo, niño hermoso,
a mi palacio azul de ensueño;
Con trajes de oro y pedrería
en los pensiles jugaremos.
¿No sientes, padre, cuál me llama
con dulces voces en secreto?
Deja el temor. Lo que tú escuchas
son hojas secas en el suelo.
¿Por qué demoras? De mis hijas
tendrás los mimos y los besos,
y con sus cantos y sus danzas
te arrullarán entre tu lecho.
Del rey las hijas no contemplas
en la penumbra, a lo lejos?
-No llores más... Son lentos sauces
que se columpian en el viento.
-Si tú no vienes, a la fuerza
te tomaré porque te quiero.
-Me ahoga, padre, entre sus brazos
el rey de los silfos, violento...
Aguija entonces el caballo
y asiendo aún más al pequeñuelo
llega a su hogar... Cuando se apea
halla, oh dolor, que el niño ha muerto...
Y la canción
Y la canción
Entrada más vista el 21 de enero del 2012
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