Llamamos el Efecto Pigmalion a lo que sucede cuando las expectativas de los padres con sus hijos, de los profesores con los alumnos y los mandos con sus subordinados tienden a cumplirse.
En su vertiente positiva, un niño triunfa por que su profesor apuesta por él y le transmite que es un ganador.
Añadir leyenda |
En su vertiente negativa, un niño suspende por que “ya se veía venir”.
El Experimento Rosenthal consistió en hacer un test de inteligencia a varias clases de una escuela de F.P.
Rosenthal, sin corregirlo, seleccionó a un 20% de alumnos de cada clase y dijo a los profesores que ese 20% era superior y obtendrían mayores calificaciones.
A final de curso los alumnos elegidos habían mejorado respecto a sus compañeros en cuatro puntos su coeficiente intelectual.
Ello se debe a que cuando se espera mas de una persona se crea un clima emocional mayor con esa persona, se le ofrece mas formación y se le mantiene mas informada. Y aunque se le exige más también se le dan más oportunidades para hacer preguntas y consultas.
Pigmalión buscaba la mujer perfeca, el ideal, y tanto fue su deseo que la piedra se hizo carne. Si lo transpolamos al campo educacional se deduce que lo que se espera es lo que se recibe, dado que todas las actitudes están enfocadas inconciente o concientemente a que se realice.
A los niños disléxicos el efecto Pigmalión les puede afectar negativamente. Cuando el profesor afirma cosas como: 'Yo, desde el primer día ya sé quien va a pasar (de curso) y quien no lo hará' es él mismo el responsable del fracaso de sus “predestinados”.
Propongamos que se use el Efecto Pigmalión en su vertiente positiva: podemos crear un mundo mejor en base a un modo conductual, llegar a convertir a un alumno (o hijo) en una persona nueva, mejorando la motivacion personal.
Comentarios
Publicar un comentario