DON BOSCO

Hoy, 31 de enero, es la fiesta de san Juan Bosco, un buen motivo para acercarnos a su sistema pedagógico, conocido como "Sistema Preventivo". Toda esta línea pedagógica se basa en la experiencia de su fundador San Juan Bosco y de la Madre María Dominica Mazzarello.
Para ellos educar es ayudar a desarrollar cuanto de positivo hay en el interior de cada persona.
El estilo de Don Bosco era el de una educación eminentemente práctica, sin necesidad de escribir tratado alguno sobre el tema. Bosco convivía con los jóvenes, le preocupaba mucho más ayudarles, entretenerse con ellos que teorizar sobre su sistema.
Sus fundamentos pedagógicos, como ya he apuntado, eran la práctica y la experiencia sin desatender nunca al sentido de la trascendencia ni al anuncio del Evangelio.
El origen de la "preventividad" de San Juan Bosco se remonta a sus años de niño, en los que su madre le inculcó valores profundos de espiritualidad, trabajo y unidad. 
Cuando Don Bosco fue sacerdote se animó salir a la ciudad de Turín para acercarse a los jóvenes y conocer sus condiciones de vida , pero aquello era un reto muy grande ya que dicha ciudad estaba invadida de emigrantes del campo que por razones económicas llegaban a la ciudad en busca de mejores condiciones de vida, y que eran pasto del paro y del abuso de su mano de obra, además de todo el entorno social que aquello atraía: delincuencia, abandono, hambre y pérdida de fe.
Su proyecto educativo nace con la idea de superar esta problemática social, mediante:

1) La necesidad de escuela y trabajo para desarrollar las potencialidades que cada ser humano tiene.
2) Necesidad de vivir la juventud en un clima de familia en el que los chavales puedan sentirse acogidos, importantes, protegidos, amados, gozar de su tiempo y de una oportunidad de juego y diversión.
3) Necesidad profunda de encontrarse con Dios, para descubrir su propia dignidad de Hijos de Dios y el sentido mismo de su vida.

Lo “Preventivo” se entiende como el "arte de educar en positivo" proponiendo el bien en vivencias adecuadas y envolventes, capaces de atraer por su nobleza y hermosura. 
Se trata de lograr que los jóvenes "crezcan desde dentro", apoyándose en su libertad interior, venciendo condicionamientos y formalismos exteriores. Para eso hay que practicar el "arte de ganar el corazón de los jóvenes" para que caminen con alegría y hacia el bien, corrigiendo desviaciones y preparando el mañana por medio de una formación de su caracter.

Prevenir es sembrar en tres campos;
  1. La ética, consistente en la orientación de los valores.
  2. La familia. No son los sistemas educativos los primeros protagonistas de los niños sino la familia y su unidad como primer componente.
  3. La transmisión del bien y de las experiencias positivas: la belleza, la verdad, la bondad, la honestidad... Pedagogicamente hablando esto se traduce en que un educador salesiano debe creer firmemente que cualquier joven por marginado que sea, tiene energías de bien, que si se las cultiva lo ha de llevar a la fe y honradez.

En suma Don Bosco:
  1. Cree en los jóvenes.
  2. Los respeta como personas y les proporciona un ambiente rico en valores humanos.
  3. Se apoya en sus aptitudes interiores, en su capacidad de pensar, en el amor, en su raciocinio
  4. Los prepara para el trabajo y la sociedad.

Todo esto implica tomar en peso una realidad: los jóvenes son alojados, vestidos, alimentados y orientados en algún oficio para que a su tiempo puedan ganarse la vida honestamente.
Una de las cosas que mas llama la atención del Sistema Preventivo es su calidad humana, todo el método respira un clima de armonía, sin excesos emotivos alejado de posiciones extremas, conscientes de sanear la sociedad partiendo de la educación.
El sistema salesiano podría definirse como humanismo-pedagógico-cristiano. Se basa en la formación de "Buenos Cristianos" y de "Honestos Ciudadanos", todo ello conlleva a la mentalidad del formando plasmarse en valores como solidaridad, y colaboración con los demás. La educación salesiana se caracteriza por una fusión entre lo que es el desarrollo humano y el anuncio evangélico cristiano, es pedagogía, pastoral y espiritualidad. La Iglesia lo ha reconocido como "padre y maestro" de la juventud.
Aunque ya he presentado en otra entrada a Don Bosco, apuntar por si no la habeís leído o por si os da palo buscarla, que Juan Bosco nació en 1815 en "I becchi", un caserío a 20 Kms. de Turín, en el seno de una familia campesina humilde, en tiempos difíciles. 
La dureza de la vida se asoma pronto al hogar de Juanito, huérfano antes de los 3 años. Las inmensas dificultades para poder estudiar no le desanimaron jamás; al contrario, se propuso llegar a ser padre para tantos jóvenes sin familia, maestro para quienes no temían acceso al saber.
Vivió en un siglo de grandes transformaciones sociales: la unificación de la nación italiana, la época de preindustrialización en el Piamonte e Italia. Murió en 1888, habiendo dedicado toda su vida a los jóvenes más abandonados, para los que crea oratorios festivos y diarios, internados y escuelas de artes y oficios para muchachos ( hoy Escuelas de Formación Profesional).
Su madre, Mamá Margarita, fue una mujer de pocas letras pero que tenía una gran fe cristiana y que supo educar a sus hijos, mezclando la bondad y el amor con la firmeza y la austeridad. De ella Don Bosco aprendió a compaginar el trabajo y la alegría, la razón, la religión y el amor. Todo eso bien lejos de la máxima imperante en aquel momento: " la letra con sangre entra".
Don Bosco intuyó desde muy joven que para ganarse el corazón de los jóvenes era necesario acercarse a ellos, interesarse por sus cosas, "amar lo que ellos aman", para ello se esforzó en convertir sus colegios, casas las llamaba él, en una familia, donde se fomentan relaciones de confianza, donde hay también una autoridad que actúa desde la razón y el diálogo.

"Valdocco", cuna de la obra salesiana era como: "una casa que acoge, escuela que prepara para la vida, parroquia que evangeliza y patio donde encontrarse a gusto con los amigos".
En un ambiente así, no extraña que casi al final de su vida escribiera: 
"Hace cerca de 40 años que trabajo con la juventud y no recuerdo haber impuesto castigo de ninguna clase, y con la ayuda de Dios he conseguido no sólo el que los alumnos cumplieran con su deber, sino que hicieran sencillamente lo que yo deseaba, y esto de aquellos mismos niños que no daban ninguna esperanza de feliz éxito."

Siempre creyó más en el premio que en el castigo; así escribió: es premio o castigo todo lo que se hacer pasar por tal: "la alabanza cuando se obra bien y la corrección en los descuidos, constituyen de por sí premio o castigo".
Había aprendido en la escuela de San Francisco de Sales, el Santo de la bondad (de él tomamos el nombre de salesianos) que "se cazan más moscas con una gota de miel que con un barril de vinagre".

Los medios o recursos educativos que más empleó fueron la música instrumental y coral, los paseos y excursiones, el deporte, el teatro infantil. El teatro tuvo gran importancia en el Oratorio, Don Bosco le asignó tres fines: divertir, instruir y formar.

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